Entrevista: monitoreo participativo, caminar juntos para conocer el río

Como parte del trabajo por documentar las actividades de ciencia participativa que se desarrollan en la cuenca del Pilcomayo, conversamos con Ludmila Pizarro, maestrante del CIDES-UMSA y formadora en el monitoreo pesquero y biológico del estudio. Sus respuestas permiten comprender mejor el enfoque y los desafíos de este trabajo en terreno.

La bióloga Ludmila Pizarro, formando a ribereños en las técnicas de recolección de muestras

Ludmila, ¿qué es el monitoreo pesquero participativo y por qué es importante?
El propósito principal es recopilar datos y analizar información sobre las poblaciones de peces, las actividades de pesca, el estado general del río.

Los beneficios de realizar un Monitoreo Pesquero Participativo son:

  1. a)   Tomar Decisiones Informadas para facilitar la toma de decisiones basadas en evidencia para la gestión de la pesca.
  2. b)   Sostenibilidad Económica: Asegurar la sostenibilidad a largo plazo de la pesca.

¿Que es el monitoreo biológico de peces y para qué sirve?

El monitoreo biológico complementa el trabajo del pescador con datos técnicos. Se colectan peces para medir talla, peso, estado gonadal, escamas, vértebras, otolitos, entre otros. Esto permite evaluar la edad, salud y capacidad reproductiva de las especies, identificar cohortes y delimitar poblaciones por región.

¿Cuántos talleres de formación se han realizado hasta ahora y qué contenidos se han abordado?
Hasta la fecha se realizaron cuatro talleres: tres en Villa Montes y uno en Entre Ríos. Se trataron temas de monitoreo pesquero participativo, monitoreo biológico de peces y toma de muestras en laboratorio. Con los pescadores se trabajó también sobre su percepción actual de la pesca, logros, problemas y posibles soluciones desde su experiencia, en un espacio de intercambio de saberes.

¿Qué comunidades y perfiles participan de estas actividades?
Han participado 80 pescadores weenhayek y criollos, además de 37 estudiantes universitarios de Medicina Veterinaria y Medio Ambiente. También están involucrados capitanes de comunidades indígenas, autoridades pesqueras y técnicos locales.

¿Qué zonas del río están actualmente bajo monitoreo?
El monitoreo diario de pesca lo realizan los pescadores de 64 concesiones de Villa Montes y Yacuiba, y también pescadores de la cuenca alta en comunidades como Tabasay, Tentaguazu y Puerto Margarita (Zapaterimbia). El monitoreo biológico en campo y laboratorio es realizado por estudiantes capacitados bajo nuestra supervisión.

¿Qué dificultades enfrentan en el desarrollo de esta tarea?
Las más importantes son logísticas: falta de transporte adecuado para llegar a comunidades remotas, pocas manos disponibles para trabajo de campo y laboratorio, y condiciones climáticas difíciles, especialmente en época de lluvias.

¿Qué valoraciones han hecho los propios pescadores?
Muchos están interesados en retomar prácticas antiguas como el uso del cuaderno pesquero, que recuerdan desde los años 70. Consideran que este trabajo puede ayudarlos a mejorar el control de sus pesquerías y a impulsar una actualización del reglamento vigente.

Finalmente, ¿qué aprendizajes destacarías de este proceso?
Que los pueblos indígenas tienen un conocimiento valioso sobre el río y la pesca que debe ser capturado y complementado con la ciencia. Y que el Pilcomayo es un río que complejo; para comprenderlo, hay que trabajar muy estrechamente con la diversidad de actores locales.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio