Un estudio interdisciplinario
El río Pilcomayo es un río de contrastes. Nace en las montañas de Potosí, en Bolivia, atraviesa valles y llanuras, y desemboca en el Chaco, extendiéndose por Bolivia, Argentina y Paraguay. En su trayecto, el río conecta a poblaciones indígenas, campesinas y urbanas, cuyas vidas dependen de sus aguas. Sin embargo, este sistema dinámico enfrenta desafíos complejos: contaminación minera, fluctuaciones en el caudal, sedimentación acelerada, alteraciones en la pesca y presión sobre sus recursos naturales.
Para comprender mejor esta cuenca en transformación, un equipo internacional de científicos lleva adelante un estudio interdisciplinario, en el que convergen la hidrología, la geoquímica, la ecología, la biología, la sociología, la antropología y la salud pública. Este enfoque busca analizar los procesos naturales del río, y entender a la vez cómo las comunidades que habitan sus orillas interactúan con él y qué implicaciones tienen estos cambios para su vida cotidiana.
Un enfoque integrado para entender la cuenca
El estudio del Pilcomayo se basa en diferentes áreas de investigación que, en conjunto, permiten obtener una visión completa del río y su entorno. Si bien cada una de estas disciplinas aporta perspectivas específicas, están profundamente interconectadas.
Hidrología:
el pulso del río
El Pilcomayo es un río en constante movimiento. Su caudal varía a lo largo del año, con crecidas intensas en la temporada de lluvias y niveles bajos en la época seca. Hidrólogos del estudio monitorean estas variaciones mediante estaciones de medición distribuidas en la cuenca, analizando cómo se mueve el agua, qué factores influyen en sus fluctuaciones y cómo estos cambios afectan a las comunidades y los ecosistemas.
Comprender la hidrología del río permite anticipar eventos como inundaciones y evaluar su impacto en la calidad del agua y el transporte de sedimentos.

Geoquímica: el viaje de los metales
Desde su nacimiento en las montañas de Potosí, el Pilcomayo transporta sedimentos, entre ellos, partículas de metales como el plomo y el mercurio, provenientes de antiguas y actuales actividades mineras.
Los geoquímicos estudian cómo estos metales viajan por el río, en qué concentraciones se encuentran y cómo se dispersan o se acumulan en distintas partes de la cuenca. Para ello, analizan muestras de agua, sedimentos y peces, utilizando técnicas avanzadas que permiten rastrear el origen de estos elementos y evaluar su impacto en el medioambiente.

Biodiversidad: la vida en el río
El Pilcomayo es hogar de una gran diversidad de especies acuáticas. Entre ellas, el sábalo (Prochilodus lineatus), que desempeña un papel muy importante en la cadena alimenticia del río y en la economía de las comunidades ribereñas.
Biólogos y ecólogos analizan el estado de las poblaciones de peces, sus rutas migratorias y el impacto de la pesca en su sostenibilidad. También estudian cómo los cambios en la calidad del agua y la sedimentación afectan los ecosistemas del río, poniendo en riesgo la biodiversidad y las formas de vida que dependen de ella.
Salud pública: impactos en las comunidades ribereñas
El bienestar de quienes habitan a orillas del Pilcomayo está ligado a la calidad del agua y los alimentos que consumen. El estudio de salud analiza la posible exposición a metales pesados en las poblaciones ribereñas, evaluando si existen riesgos asociados al consumo de peces o al uso del agua del río.
Para ello, los investigadores están realizando mediciones en biomarcadores humanos, como muestras de cabello, además de evaluar los hábitos alimenticios y las condiciones sanitarias de las comunidades. Estos estudios buscan aportar información que permita mejorar la salud de quienes dependen del Pilcomayo.

Antropología y sociología:
comunidades, memoria y vínculo con el río
El Pilcomayo es un ecosistema y un recurso natural importante para toda una región, y es un territorio compartido por pueblos indígenas, agricultores, pescadores y habitantes urbanos que han desarrollado formas diversas de relación con el agua.
Desde la pesca tradicional de los Weenhayek en el Chaco hasta los sistemas de riego en los valles y las disputas por el uso del agua en las zonas mineras, el estudio sociológico y antropológico del Pilcomayo busca entender quiénes son los actores involucrados en su gestión, qué conflictos surgen en torno al uso del río y qué estrategias han desarrollado las comunidades para adaptarse a los cambios.
Desde la antropología histórica, el estudio reconstruye los procesos de ocupación, las transformaciones de los paisajes ribereños y los cambios en la vinculación con el río y la pesca. Documentar la memoria de los habitantes permite entender por ejemplo cómo las comunidades han negociado su acceso a los recursos del río en distintas épocas y contextos.
Desde la sociología, se hace el mapeo de actores y se busca entender, por ejemplo, cómo se toman las decisiones sobre el acceso al agua y los recursos pesqueros, y qué factores políticos y económicos influyen en la gobernanza de la cuenca.
Más que un estudio, una herramienta para el futuro
Este estudio busca conocer a profundidad todo el ecosistema del Pilcomayo, y se plantea proporcionar herramientas para la gestión sostenible del río y sus recursos. A través de la ciencia y la participación comunitaria, pretende contribuir a un diálogo más informado sobre el futuro del río, integrando las voces de quienes lo habitan y lo estudian.
El Pilcomayo es un río vivo, en transformación constante. Comprenderlo en su complejidad es el primer paso para protegerlo y garantizar que siga siendo una fuente de vida para las generaciones futuras.